Cuántas veces te has enamorado hasta perder la razón??? Cuántas veces has dado todo de tí sin límites, sin reglas, sin condiciones??? Cuántas veces has entregado tu fé, tu pertenencia, tu mundo sintiendo que sin esa persona perderías lo que te sostiene viva/o??? Cuántas veces has dejado de ser tú, has abandonado tus sueños por caminar un camino que no es el tuyo???. Cuántas veces te has desvalorizado para regalarle valor a los demás??? Cuántas veces has cerrado los ojos, te has tapados los oídos para no querer discernir la realidad que vives sin felicidad???Cuántas veces has entregado tu ser sin reconocer que el amor absoluto está en tí, dentro de tí, primero para tí para luego repartirlo a los demás???
Pocas o muchas veces de seguro. Todos hemos cerrado los ojos ante el espejo del alma. Le hemos puesto condiciones a la felicidad. Todos hemos renunciado alguna vez a la perfección por la complacencia.
Cuándo reencuentras en el silencio de tu alma al Padre-Madre Creador que siempre buscaste afuera, arriba, o en un templo, comienzas a escuchar cada latido de tu corazón; allí dónde está la paz pérdida, dónde están las risas y los recuerdos de tus juegos con los ángeles, allí dónde ocultaste los sueños y amontonazte las ilusiones. En ese espacio descubres que nunca has estado sóla/o, qué dispusiste bajar el volumen del latido tu corazón para amar a alguién más que a tí. Y comienzas a entender que te equivocaste en el orden en que enfocaste tus sentimientos, pero así lo creaste antes de venir para aprender el significado de la palabra amor, caminaste encadenado a un holográma emocional que te ayudó a crecer y al final comprender que primero está Dios y estás tú a la misma altura pues Dios eres tú, está en tí. El amor más sublime e incondicional. El látido que dejaste de escuchar es la Divinidad en tí. Y te enamoras de tí nuevamente, abres tu corazón y abrazas a tu ser. Perdonas tus debilidades que forman parte de la fortaleza que despliegas ahora. reconfiguras tu vida sabiendo que el recorrido te hizo aprender y vuelves a emanar amor por tí misma/o, amor por la vida, amor por los demás pero ahora con el enfoque correcto de amar al Dios vivo en tí que te hace brillar, sentir, sonreir, emanar felicidad, vivir en plenitud. Ahora sí puedes amar libre y dispuesta/o porque tu ser está sostenido y lleno de luz, porque el amor llena cada célula de tí, porque Padre-Madre Dios te acompaña, te escucha, te guía, te aplaude y te dice cada segundo de tu existencia. ERES AMOR porque eres parte de mí. Entrégate y amáte dice tu alma. Libérate y vive dice tu corazón. Expresa y expande tu Divinidad dice tu Creador!!! Y comprométete a ser feliz!!!!
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