El despertar es un proceso de transformación. No vale solamente encontrarse con la verdad. Es necesario desmenuzar cada pensamiento y sentimiento que emana de tu ser. Recordar poco a poco quién eres, lo qué has vivido, las experiencias por las qué has caminado encarnación tras encarnación hace qué descubras y entiendas tu proceso evolutivo.
Tantas veces vamos tropezando con errores o inseguridades de nuestra personalidad sin entender que hemos venido a aprender de ellos. Hemos decidido enfrentar circunstancias que nos hacen sentir, que nos hacen crecer. Nos hemos dispuestos a ser empáticos, compasivos con los demás y no lo hemos hecho con nosotros mismo. Cuántos cuentos se nos han presentado bajo un diseño Divino para que reconozcamos en el nuestras sombras y encontremos el brillo de nuestra Luz.
Nada es casualidad en nuestro camino. La experiencia de vida es muchas veces complicada, difícil, puede que muchas veces hasta dolorosa. El alma en su silencio debe reencontrar quién es y a qué vino a este plano físico. Tenemos capacidades increíbles, tenemos las habilidades que nos regaló el Padre-Madre Creador. Con ellas podemos transitar recorriendo las obstacúlos, escuchando el sonido de nuestros pasos, sintiéndo el latído de nuestro corazón. Allí dónde se asoma el alma no hay pérdida. En ese espacio diminuto encontrámos la valídez de quién uno es, la compañía absoluta de quién nos ha creado y nos acompaña con amor.
Piensa como te defines? Qué razones son las que te hacen aceptarte y amarte?
Al responder de seguro comenzarán a ebullir las inseguridades, los miedos, los egos, la realidad de no haber encontrado hasta ahora tu mejor definición porque no te conoces. Tu alma grita queriendo ser escuchada, ser entendida, ser acogida sin clasificaciones, simplemente es la esencia de tu ser, es la Divinidad que está en tí, que asoma su brillo esperando que decidas mostralo.
El ser comienza a sentir vacio, a necesitar complacencia, a querer satisfacer sus ansiedades con cosas externas y muchas veces materiales. El ser busca afuera porque tiene miedo mirar hacia adentro. Hasta que en un momento se descubre roto, triste y clama atención. Ahí en ese mismo instante sin tiempo ni espacio decubres que eres todo lo que hay dentro de tí, no hace falta buscar nada, sólo sentir. No hace falta cuestionar sólo perdonar. No hace falta reaccionar sólo abrazar quién eres. Encuentras que fuistes tan lejos buscando satisfacer tu ansiedad y tenías tan cerca dentro de tí llenarte de paz.
Ese es el Despertar. Reconocer que tu alma es una chispa Divina. Que las experiencias y vivencias son regalos de evolución. Que nunca has estado sólo/a porque en tu centro está el Creador. Que la luz baña tus vacios para que se expandan con amor. Que eres un ser único, sabio y maravilloso, qué siempre lo has sido a pesar de tu yo. Qué el presente es tu futuro y es tu propia creación.
El Despertar es cada día que buscas maravillarte con la vida que se te regaló invocando cada segundo tu plenitud en Dios.
El Despertar de tu alma es reconocerte, aceptarte, entregarte y confiarte en la Divinidad que hay en tí!!! Es entender el latído del amor infinito que Padre-Madre Dios te regaló para poder vivir!!!
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