Los seres humanos hemos vivido en un mundo que pasa rápido lleno de la prisa de sobrevivir, de las culturas, las sociedades y de una espiritualidad distorsionada. La verdad ha sido ocultada y la conexión al Supremo se acomodó a los domingos y a peticiones para necesidades. Hemos transitado nuestra existencia en una energía baja e inconsciente dónde las comparaciones, la falta de amor propio, los miedos, las dudas, la mentira, la falta de empatía, el rechaso han sido armas del día a día. Ha llegado el momento de decir basta.!!! Todo eso vivído nos ha llenado de insatisfacción, de separación; todo eso no nos ha permitido reconocernos desde el corazón. Estamos transitando el cambio más difícil pero más hermoso que un ser humano pudiera experimentar. Padre Madre dió el tiempo a sus hijos para crecer y evolucionar y está pasando su mano benevolente para acompañarnos a cruzar el puente de la verdad hacia el amor, hacia su Luz. Sus energías están rompiendo paradígmas, removiendo conceptos. Sus energías ubican el espejo frente a nuestro propio Ser. Estamos recorriendo nuestras vidas, nuestras experiencias, nuestros aciertos y desaciertos y entre lágrimas y ansiedades nos oponemos a soltar los amarres; pero amores es tiempo ya; el pasado es pasado y el futuro se está por crear. Enfoquémonos en el presente con dignidad y compasión por nosotros mismos y por los demás. Miremos que fuímos muñequitos caminando sin dirección y la dirección está trazada por nuestro corazón. Miremos con la benevolencia divina nuestro camino, analicemos y recojamos lo aprendido y soltemos. Ahora debemos recuperar nuestro Yo SOY donde la Luz es más fuerte. Miremos a nuestro hermano que tal vez sufre y no advierte el camino porque así lo decidió o porque aún no le llega su tiempo. Quitémonos la ropa, la piel, los músculos, los adornos, y que queda??? Somos Luz, una esfera luminosa que se vistió de Ser Humano, no de colores, no de razas, no de idiosincracias. Somos la Luz del Creador que se puso un traje para viajar y experimentar pero olvidamos que siempre fuera desde el Amor. Caminémos reconociendo quiénes somos, mirando al de al frente como tu Yo SOY. No somos cuerpo, ni siquiera somos la mente, somos Hijos del Padre Creador, el espíritu encarnado en su propio corazón.
Quitémonos las capas y dejemos salir nuestra Luz y acompañémos a nuestros hermanos desde el amor, con una mirada, con una palabra, tal vez desde el silencio. Juntemos nuestra tribu pues somos uno; solo necesitamos SER LUZ, SER AMOR. El recorrido sigue pero en familia se caminará mejor!!!
Me Amo, Te Amo, Nos Amo!!! Familia de Luz y Amor!!!
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