La existencia requiere valor. Hemos de recorrer un camino de emociones y experiencias dónde usualmente el ser siente infinidad de sentimientos. Desde que llegamos a esta vida nos cuidan, nos educan, nos inducen, nos exigen sin dejar que el alma vaya tomando de la sabiduría que trae innata. Crecemos siendo tomados de la mano de infinidad de criterios sin permitir respondernos lo que es cuestionado de adentro. La vida transcurre y en cada caída el ser pregunta: Por qué? . Hasta que un día se encara con la desesperación o el vacio. Hasta que al fin decide escuchar esa voz que clama la libertad de opinar y pide que sientas, que escuches. Esa voz es la de tu alma que siempre ha estado ahí observando cada tropiezo que has tenido y aplaudiéndote en cada éxito también. Es la misma Alma creada con amor incondicional de un Padre Madre Creador que porta una inteligencia exquisita y que nos ha llenado de luz y habilidades absolutas para ser felices. A estas experiencias hemos venido a aprender; a crear con las palabras; a manifestar los sueños. Hemos decidido evolucionar y regresar a casa con un título de amor.
Entonces piensa en este momento dónde ya escuchas a tu Ser o tienes la oportunidad de decirle Hola: te reconozco. Con qué emoción vas a resonar? Con la simple y abierta sensación de que la plenitud está en tí? O con la entrega de tu libertad de existir en comunión con quién eres Un ser de luz y de Amor? Que vas a decidir???
Dios Padre Madre está en tí. Tiráte al vacío. No dudes de tu Ser. Confía en quién eres. Decreta y vive Felíz!!!
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