Pensando en todas las emociones que vamos manifestando en la vida reparo en cuántos nudos se van atando al relacionarnos con los demás. Creémos tener compromisos inquebrantables con la familia, contratos personales con amigos, con situaciones y muchas veces no percibimos que en ese caminar le dámos permiso a renunciar en cierta medida a la esencia de uno mismo.
Es hermoso entregarnos a cuidar, amar y a convivir con quiénes nos rodean; es increíble crear recuerdos de alegrías y sonrisas. Es un privilegio tener la posiblidad de secar lágrimas, de escuchar y apoyar a quiénes amámos. Sin embargo prestámos mucha atención a las energías de otros adoptándo costumbres, rituales culturales y enlaces; vivenciamos sin querer paradigmas que nos hacen copia inconsciente de un entorno y que pasan a través de algunas generaciones.
En este proceso de crecimiento he descubirto que muchos de nosotros hemos validado nuestras habilidades, nuestros sueños con el criterio de los demás. Abortámos recorridos por complacer o sentir la necesidad de cumplir presencialmente con planes familiares y grupales.
Tenemos que hacernos conscientes al reconocer quiénes sómos, ser fiel a un Alma perfecta con un plan Divino que sí vino a experimentar en Unidad pero también tiene la responsabilidad de manifestarse Plena, Unica y Absolutamente Inigualable.
Liberar ataduras para mí significa entender quién soy, asumir la misión de mostrarlo cada día, soltar los miedos, las culpas. Caminar con el corazón abierto y los ojos cerrados porque confío en mi Creador. Vivir sin esperar, sentir y expresarlo. Seguir el camino diseñado y aportar mis sentimientos para que se ilumine mi rostro, mi Ser. Amar intensamente, Amor incondicional. Abrir la llave de la felicidad y ser fiel a la Divinidad que hay en mí. No temer al decir lo que pienso, rechazar si hay necesidad, escoger el tiempo, el espacio y las personas con las que quiero interactuar. Iluminar mi camino para aportar luz a los demás, empoderarme y ser libre, sonreir, bailar; tomar decisiones de vida y crear mi realidad.
Me siento liviana ahora; el peso de las memorias voy dejando atrás. Vivir el presente es conectar con mi ser, es escuchar el latído de mi corazón y reconocerme amada, cuidada, abrazada por los seres de luz que me acompañan. Soy libre, Soy Plena, Soy un Ser Multidimensional que en su esencia Divina es dónde comienza la Felicidad.!!!
Comments